Brasa y producto de 10 en Taberna la Tienta

Empezaba esta entrada diciendo que en Taberna La Tienta encuentras más de lo que pueda verse a simple vista, desde la calle solo se ve la gran barra con esas mesas altas, nada hace indicar que aquí también se come, no se ven ni las escaleras que bajan al comedor. Y es ahí abajo donde se disfruta mucho. El comedor es tranquilo, a diferencia de la parte de arriba que ayer bullía por el ambiente típico de un día de corrida de toros en Las Ventas.

Al igual que con la carta del bar, la del restaurante no es muy extensa pero ofrece platos para todos los gustos: unos cuantos entrantes, fríos y calientes, algo de pescado, poco pero con pescados del día; un buen surtido de carnes y una buena lista de postres.

También decía unas líneas más arriba que aquí habíamos venido a comer chuletón de Tudanca atraídos por el olor de la parrilla de carbón. Éramos 4 y las cuentas ya no nos estaban saliendo, veníamos de la parte de arriba algo llenos, sabíamos que íbamos a tocar a casi 500 g de carne por persona y queríamos probar otro montón de platos de la carta. Una persona normal habría vuelto otro día, pero nosotros no somos muy normales…

A lo de arriba empezamos a sumar tomate —¡que tomates!—, torreznos, salmorejo, rabas, rabo de toro —fueron tan amables de hacernos media ración viendo el ritmo que llevábamos— y una tortilla de patatas chip; además del chuletón de Tudanca, claro.

Todo buenísimo, no pudimos ponerle ni un pero a ninguno de los platos. Los tomates nos llamaron la atención desde que entramos a Taberna La Tienta, en la barra tienen cajas de esos tomates y ya a simple vista sabes que van a estar buenos, ¡lo que no imaginas es que vayan a estar tan buenos!; el torrezno lo confitan durante un montón de horas a baja temperatura antes de darle el golpe de fritura final, antes de probarlo también intuyes cómo va a estar y no te equivocas; el salmorejo es de libro, poco más que decir; las rabas eran dulces y la fritura no era nada pesada; el rabo de toro fue otro de los platos que más ovaciones se llevó, jugoso, meloso, de sabor intenso y qué os voy a decir de su punto de cocción viendo la foto del hueso; la tortilla es una de esas vagas inspiradas en Sacha, con trigueros y piparras, y los compañeros de mesa decían que era mejor que la de él —yo no le he comido—, otro plato rico.

Nosotros nos tiramos a la piscina y corrimos a Taberna La Tienta al saber que hacían chuletones de Tudanca a la brasa, y tuvimos suerte. Una vez en el restaurante nos dicen que la van a trabajar con normalidad sabiendo lo apreciada que es y lo difícil que resulta comer Tudanca en Madrid pero que su proveedor solo viene a Madrid 1 vez por semana, por lo que os recomiendo que llaméis antes para asegurar que tienen cuando vayáis a por ella. Oye, ¡que si no la tienen no vas a comer mal!, pero sería una pena que fueses a por la Tudanca y ese día no tuviesen.

Es una carne de una terneza que podrías cortar con una cuchara, ninguno de los 4 que nos juntamos a comer dejamos de gemir de placer desde el primer bocado hasta el último, y no dejábamos de sorprendernos con lo tiernísima que era sin estar madurada.

Esta gente de Taberna La Tienta sabe manejar la parrilla, cuando salimos vimos poner en ella una raya que no pesaría menos de 2 kg y todos nos miramos como diciendo «la próxima vez venimos a pescado». Pero no sé yo, lo mismo la próxima vez vamos a carne y pescado, no creo que yo pueda sacrificar la Tudanca estando allí…

«Yo no soy muy de dulce», frase que he repetido hasta la saciedad; o el paso de los años está haciendo que cada vez me gusten más o cada vez hay mejores postres en los restaurantes, en general. En Taberna La Tienta lo tengo muy claro, los años tendrán algo que ver, ¡pero es que los postres caseros que hacen aquí están de flipar!

A estas alturas, después de la barbaridad de platos que pedimos, no nos íbamos a quedar cortos con los postres y le echamos un órdago al restaurante, que nos trajesen lo que ellos quisiesen, sin miedo ;)

Tarta de queso, tarta de chocolate, arroz con leche y una bola de cada uno de los helados aue tienen es lo que vino a la mesa. El arroz con leche es cremoso, del tipo asturiano; las tartas de queso y de chocolate nos gustaron tanto, las 2, que nonconseguíamos decidir cuál era mejor; los helados son de gran calidad, muy cremosos, pero si tuviese que quedarme con alguno serían los de galletas Maria y el de violetas.

Deja hueco para el postre cuando vayas a Taberna La Tienta, son de tanta calidad y están tan buenos como el resto de platos que probamos.