El restaurante peruano ‘Mis Tradiciones’ está bastante cerca de dónde vivo y al principio me dediqué a probar un poco de todo. Hoy voy allí a comer pollo y poco más, algún entrante dependiendo de los que seamos y del hambre que llevemos.
El pollo al carbón que preparan allí tampoco es lo que era antes, imagino que los estragos en la economía de los últimos tiempos les habrá llevado a hacer ajustes. Hasta hace relativamente poco, los pollos que servían parecían pavos de grandes que eran; hoy no, son pollos de tamaño normal. Lo que no ha cambiado desde entonces es la calidad del plato por la particular forma que tienen de asar el pollo. No es sólo el carbón el que le da ese toque, una columna constante de aire caliente es el que hace que estén tan jugosos sin absolutamente nada de salsa. Veréis en la imagen que lo sirven completamente seco.